El Banco de España mejora al 2,3% su previsión de crecimiento para este año y prevé una menor inflación
– Sostiene que los precios se encarecerán un 3,2% de media en 2023 y la tasa de paro se rebajará al 12,2%
– Rechaza la senda de consolidación fiscal del Gobierno y augura que España incumplirá las nuevas reglas fiscales cuando entren en vigor
MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
El Banco de España ha elevado en siete décimas su previsión de crecimiento del PIB, desde el 1,6% que auguró en marzo hasta el 2,3% actual, por la «resiliencia notable» que la economía española demostró en el primer semestre. En paralelo, ha anticipado que la inflación se reducirá más de lo estimado y cerrará el ejercicio en una media del 3,2%, medio punto menos que en su anterior cálculo.
Estas son las principales conclusiones del informe económico trimestral publicado este lunes por el organismo liderado por Pablo Hernández de Cos, que ya cuenta con una proyección macroeconómica más optimista que la del Gobierno, que habla desde diciembre del año pasado de un crecimiento del 2,1%.
De hecho, es la mejor previsión que se recoge entre los principales organismos nacionales e internacionales, ya que mejora la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –2,1%–, la Comisión Europea y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) –1,9%–, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) –1,5%–. No obstante, el director general del Banco de España, Ángel Gavilán, subrayó que esta revisión se debe «fundamentalmente» a la mejora de «datos pasados» que se ha conocido ahora, y no a que piensen que la economía española crecerá más de lo que calcularon inicialmente.
En este contexto, el organismo sostiene en su informe que la tasa de paro se reducirá este año hasta el 12,2%, medio punto porcentual menos que en su anterior estimación, y el déficit público cerrará en el 3,8% del PIB, cumpliendo así con el objetivo del Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez.
Sin embargo, en este último capítulo, la institución no compra el plan de consolidación fiscal trazado por el Gobierno y habla de un déficit del 3,4% en 2024 y del 4% en 2025, lo que supondría un incumplimiento en ambos años de las reglas fiscales que, previsiblemente, volverán a entrar en vigor el próximo ejercicio.
MEJOR SEMESTRE DE LO ESPERADO
La nueva estimación de la evolución del PIB del Banco de España es «consecuencia» de «un avance más intenso» del PIB en el primer trimestre —0,5%—, al que le puede seguir un crecimiento potencial del 0,6% en el segundo. A ello se le suma la revisión al alza del crecimiento económico en 2022, que genera «un notable efecto arrastre positivo, de unas tres décimas, para el crecimiento del PIB en el año en curso». Estos tres factores explican la práctica totalidad de la revisión al alza de la previsión del Banco de España.
En cuanto a la composición de la expansión de la actividad, el organismo señala que se ha sustentado en el abaratamiento adicional del gas —y, como consecuencia de ello, de la electricidad—, los avances en la resolución de los cuellos de botella en los procesos productivos, la estabilización de los mercados financieros tras el episodio de turbulencias de marzo, y el «elevado» dinamismo de los servicios vinculados a las actividades turísticas y de mayor exposición social. Además, el sector público habría vuelto a hacer de «soporte adicional» de la actividad.
Ante estos datos, el director general del Banco de España, Ángel Gavilán, afirmó que la economía española ya está «prácticamente» en niveles prepandemia, aunque destacó la «brecha» que existe con el conjunto de la eurozona, que ya ha superado en un 2,2% dicho nivel de referencia. De cara al futuro, apuntó que la economía española crecerá más que la media del euro, por lo que con el tiempo irá reduciendo esa diferencia.
En el lado negativo, el Banco de España indicó que el consumo privado tendrá una contribución «limitada» en la segunda parte del año, aunque su papel se revertirá a partir de 2024, cuando el crecimiento económico pasará a «descansar» sobre él y, «en una coyuntura aún compleja y muy incierta», continuará su expansión.
CRECIMIENTO «PLANO» EN 2024 Y 2025
Uno de los factores que contribuirán a ese avance será «la resiliencia» del mercado de trabajo, que «favorecerá la recuperación del consumo de los hogares, al ayudar a reducir el ahorro por motivos precautorios». En este sentido, el informe apunta que la tasa de paro descenderá desde el 12,9% de 2022, hasta el 12,2% en 2023, el 11,5% en 2024 y el 11,2% en 2025, «a pesar de que se anticipa un aumento de la población activa» para este periodo.
Del mismo modo actuará la disminución de las presiones inflacionistas, que, «en un contexto de moderado repunte de los crecimientos salariales, está permitiendo que cese el deterioro de la capacidad adquisitiva de las rentas laborales y está ayudando a apuntalar la confianza de los hogares».
En concreto, la institución proyecta un escenario en el que el IPC se reducirá hasta el 3,2% este año gracias a la moderación de los precios de la energía y, «en menor medida» de los alimentos; para después repuntar al 3,6% en 2024 por la reversión de las medidas desplegadas para hacer frente a la crisis energética». En 2025, finalmente, se reducirá hasta el 1,8%, de cumplirse los augurios.
A la mejora del empleo y la suavización de la inflación, el Banco de España le suma la intensificación del despliegue de los proyectos financiados con fondos europeos y una mejor evolución de las exportaciones «por la desaparición de las distorsiones». Con todo ello, el Banco de España prevé que el crecimiento de la economía tendrá un perfil «relativamente plano» durante los próximos dos años, con crecimientos del 2,2% y del 2,1% para 2024 y 2025, respectivamente.
No obstante, el informe advierte de que el riesgo de incertidumbre es aún «muy elevado» y existen riesgos que podrían orientar a la baja las perspectivas de crecimiento. Entre ellos, un fuerte impacto de las subidas de los tipos de interés sobre la actividad, un peor despliegue de los fondos europeos, la aparición de efectos de segunda vuelta sobre la inflación vía salarios o márgenes empresariales, y una peor evolución de la guerra de Ucrania.
DEUDA Y DÉFICIT
Por otro lado, en el capítulo fiscal, el Banco de España sostiene que el Gobierno cumplirá con sus objetivos para este año, reduciendo el déficit público al 3,8% del PIB y la deuda al 109,7% del PIB −frente al 3,9% y el 111,9% recogidos, respectivamente, en la Actualización del Plan de Estabilidad (APE) remitido a Bruselas−. Sin embargo, en el medio plazo, el informe advierte de que las administraciones públicas seguirán presentando «un elevado desequilibrio fiscal».
En concreto, el Gobierno dibuja un escenario en el que el déficit se reduciría hasta el 3% del PIB en 2024 −cumpliendo con las reglas fiscales− y hasta el 2,7% en 2025. En esos mismos años, la deuda se reduciría hasta el 109,1% del PIB y el 107,9%. El Banco de España, en cambio, habla de un déficit del 3,4% en 2024, que repuntaría hasta el 4% en 2025; y una deuda que se rebajará hasta el 108,8% el próximo año para repuntar hasta el 109,9% en el siguiente ejercicio.
Gavilán explicó esta divergencia en las «dudas» que tienen con respecto a cómo se fundamenta el objetivo del Gobierno. En este sentido, recordó que la APE no recoge medidas adicionales para rebajar el déficit y la deuda hasta esos niveles, sino que fía todo a una mejor evolución de los ingresos públicos que, a su juicio, es «optimista».