Vie. Mar 29th, 2024

La última revolución eléctrica viene de la mano de la energía renovable. De un tiempo a esta parte la investigación en nuevas formas energéticas ha copado los departamentos de i+D+i de numerosas empresas, buscando no solo agilizar los procesos sino a la vez conseguir un impacto menor en el planeta para tratar de frenar las consecuencias del cambio climático que se vienen avisando desde hace lustros.

En concreto, la electrica es una de las industrias que mayor apuesta por la sostenibilidad está haciendo, fomentando un tipo de energía verde que, en la mayoría de los casos, busca generarse también casi de forma íntegra en territorio nacional, evitando con esto canalizaciones que deriven en gastos añadidos para su producción y transporte hasta las viviendas y empresas.

«Cada vez se fomenta más la comunicación con el usuario para que comprenda que la apuesta y la investigación que se viene haciendo desde hace años para ser capaces de proveer de energía limpia o verde a los domicilios y empresas por parte de las principales empresas es parte responsabilidad de todos. Sin duda, el hecho de que, por ejemplo, todos los clientes de una de las principales compañías como Yoigo se pasaran a la oferta que hacen a través de Energygo supondría casi millón y medio de toneledas de Co2 menos en las emisiones, o, para que se entienda, la plantación de un bosque con un tamaño de hasta seis veces Madrid» explican desde la compañía.

¿Cómo se garantiza entonces que la energía es verde? En realidad, es la apuesta de cada compañía. Mientras que en otros casos las empresas vuelcan la energía producida a la red común, hay políticas empresariales que lo que hacen es comprar a las productoras de energía verde el consumo de sus clientes, buscando de esta forma un equilibrio real y garantizar el consumo de esa proporción de renovable.

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Para hacerse a la idea de la producción de energía renovable en España durante el año pasado basta tirar de cifras: se produjo, según la Red Eléctrica de España, casi el doble de electricidad que la que produjeron las plantas nucleares de nuestra geografía, lo que deja patente que nuestro país, con su particular idiosincrasia meteorológica, sería capaz, si se sigue apostando por parte de los consumidores también, de generar vía solar, eólica o marítima la energía limpia necesaria para abastecer el país en un periodo no tan largo.