Vie. Mar 29th, 2024

Cuando un humano observa a otra especie, lo común es que no encuentre grandes distinciones entre sus miembros, todos parecen iguales a simple vista y, sin embargo, todos y cada uno de ellos poseen pequeñas particularidades que hacen que sean distintos a cualquier otro de su especie.

En cualquier caso, lo que ocurre con el ser humano no deja de resultar curioso, pues, lo cierto es que, pese a que poseemos rasgos comunes, cada uno de nosotros se siente distinto al resto y, sin embargo, muchos de los humanos se empeñan en querer borrar esas singularidades para ser más parecidos a otros de su misma especie.

No obstante, y pese a ser conscientes de que no hay dos personas iguales, han sido muchas las décadas en las que todo lo que se comercializaba, independientemente de que se tratara de una prenda de vestir, unos zapatos o cualquier otro tipo de máquina o artilugio para facilitarnos la vida, respondía a un patrón que tenía mucho de estándar y muy poco de personalizado y adaptado, lo que suponía, en no pocos casos, que no terminara de ser todo lo cómodo o funcional que se esperaba.

En cualquier caso, esta situación, que parece pertenecer a otro siglo, sigue siendo hoy el pan nuestro de cada día, pues, basta pensar en la cantidad de veces que al querer comprar un par de zapatos o zapatillas uno se ha visto sorprendido por la gran diferencia que existe entre dos números contiguos, dándose la situación de que el menor de los números es demasiado pequeño y un número más es demasiado grande. En cualquier caso, la solución es sencilla, cambiar de marca es lo habitual, aunque, eso sí, supone renunciar en muchos casos a esos zapatos que tanto nos habían gustado.

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Pero este ejemplo de los zapatos no es nada significativo, pues, la enorme variedad de marcas y tipos siempre proporcionará una alternativa, sin embargo, “cuando hablamos de otro tipo de cosas, como puede ser una prótesis ortopédica, una silla de ruedas, un andador o unas muletas la cosa cambia, pues, pese a que hoy son muchas las marcas y modelos, lo cierto es que proporcionar productos hechos por y para una persona en concreto, hace que la vida les resulte mucho más fácil” comentan desde Biortek Ortopedia, empresa destinada a la fabricación individualizada de aparatos ortopédicos.

Y es que, “que sería de un jugador de baloncesto paralímpico si tuviese que usar la misma silla de ruedas que el anciano cuya salud ha empeorado en los últimos años, o la de un pequeño que desgraciadamente ha precisado de ella desde siempre, o la de un joven que, desafortunadamente, sufrió un fatal accidente cuando lo mejor de la vida aún estaba por llegar. La silla de ruedas resulta esencial para todos ellos, pero es evidente que cada una de ellas tendrá que tener unas características especiales y adaptarse a su propietario para la lograr que la vida sea un poco más fácil. La individualización y personalización es, en esto de la ortopedia, un gran plus”.