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MADRID, 29 (SERVIMEDIA)

Un estudio del Centro de Investigaciones sobre Desertificación, vinculado al CSIC, demuestra que diversas técnicas permitirán el cultivo de la uva para cava para adaptarla al cambio climático, además de mejorar su perfil aromático y estructura.

El trabajo, presentado este lunes, y publicado en la revista ‘Frontiers in Plant Science’ demuestra que es posible adaptar el viñedo al calentamiento global, conservando y mejorando el equilibrio alcohol-acidez, lo que daría lugar a vinos para cava de mejor estructura y perfil aromático.

La investigación ha sido realizada por el Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Valencia (UV) y la Generalitat Valenciana.

Según Diego S. Intrigliolo, científico del CSIC en el CIDE, «los resultados han demostrado que mediante las técnicas agronómicas es posible modificar la composición de la uva e influir notablemente sobre la calidad de los vinos base para la posterior elaboración del cava».

Según la investigación, el aumento de las temperaturas en los últimos 20 años ha adelantado la fecha de vendimia en la región mediterránea en seis días de media, alterando la composición de los mostos.

Por ello, los especialistas destacan que «en la región vitivinícola de Utiel–Requena estos efectos podrían alterar la tipicidad de sus vinos y concretamente la del cava, comprometiendo la competitividad del sector».

Ante la pérdida de calidad del vino, los investigadores del CIDE han evaluado en un viñedo de Requena la eficacia agronómica de diversas técnicas de cultivo. Ejemplo de ello es el sombreado de las cepas, además del forzado de yemas (es decir, la poda severa después de la floración), la poda tardía o el ‘mulching’ (o acolchado), para mejorar la composición de la uva macabeo, variedad utilizada en la zona, para elaborar un mejor cava.

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Entre los resultados se ha observado que «el forzado de yemas mejoró la composición de la uva», con una mayor relación alcohol-acidez y un menor grado de esta última.

UVA Y CALENTAMIENTO GLOBAL

Todas las técnicas ensayadas han servido para mejorar la composición del vino base con el que elaborar cava. La eficacia del sombreado dependerá en gran medida de las condiciones climáticas durante el periodo de maduración de la uva, según el estudio.

Por otra parte, en años lluviosos y frescos no se recomienda la aplicación de la técnica de sombreado, que sería mucho más efectiva en las añadas más calurosas y secas. Además, la técnica del forzado de yemas sólo se recomienda para la elaboración de cava de alto valor comercial.

«En las condiciones edafo-climáticas de Requena, el principal reto agronómico y enológico al que se enfrentan los productores de cava es la baja acidez y el elevado pH del mosto de la uva. En este sentido, se ha puesto de manifiesto la eficacia de las técnicas, dado que permiten modificar el microclima del racimo durante la época de maduración y disminuir la relación alcohol-acidez en los vinos base para cava», destacó Intrigliolo.

Por último, esta investigación se ha elaborado con la colaboración de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y el Instituto Tecnológico de Viticultura y Enología de Requena.