Vie. Abr 26th, 2024

MADRID, 01 (SERVIMEDIA)

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó este miércoles la conocida como ‘Ley trans’, una ley que cuya elaboración y tramitación tensó a los socios de coalición y a sus aliados parlamentarios, y cuya entrada en vigor tendrá lugar mañana.

El BOE publica la norma después de que fuera aprobada definitivamente en el Congreso de los Diputados el pasado 16 de febrero tras la introducción en el Senado de «varias modificaciones por errores técnicos y gramaticales».

La tramitación de la ‘Ley trans’ tensó las costuras en el seno del Gobierno de coalición con motivo de la pretensión del PSOE, vía enmienda, de endurecer las condiciones para que los menores de edad puedan ejercer su derecho a la autodeterminación de género al plantear que todas aquellas personas con menos de 16 años cuenten con una autorización judicial para cambiar de sexo. Este asunto dejó a los socialistas solos frente a Unidas Podemos y el bloque de investidura.

El texto que salió del Consejo de Ministros el pasado mes de junio impulsado por la titular de Igualdad, Irene Montero, establece que los menores de edad entre 16 y 18 años podrán acudir al Registro Civil a cambiar libremente su nombre y sexo, un trámite para el que requerirán de la autorización de sus progenitores quienes tengan entre 14 y 16 años, mientras que para quienes tienen entre 12 y 14 años se requerirá un expediente de jurisdicción voluntaria. Por debajo de los 12 años, únicamente se podrá cambiar el nombre en el DNI.

Sin embargo, los socialistas planteaban en su enmienda que «toda persona de nacionalidad española mayor de dieciséis años podrá solicitar por sí misma ante el Registro Civil la rectificación de la mención registral relativa al sexo». El matiz lo incluyeron para los menores de esa edad y mayores de 12, quienes «podrán solicitar la autorización judicial para la modificación registral del sexo».

Quizás también te interese:  Igualdad equipara la asignatura de educación sexual con la de historia de España

Esta enmienda del PSOE representó una enmienda a la totalidad al compromiso que adquirió en su momento de enmendar la ley pero sin tocar la cuestión de la autodeterminación de género.

De hecho, la autodeterminación de género fue una cuestión que en su día acordaron Irene Montero y la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo -que se abstuvo en la votación en el Congreso- y que no se modificó en la ley, ni en su aprobación en primera ni en segunda vuelta en el Consejo de Ministros.

Sin embargo, las presiones del llamado feminismo clásico y de algunas históricas socialistas pertenecientes a esta corriente de pensamiento, encabezadas por la propia Carmen Calvo, a la sazón presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados -órgano que tramitó el texto- pudieron ser el desencadenante de este cambio de postura en el PSOE.

El PSOE también perdió la batalla en su intención de que la norma fuera más dura en lo concerniente a la reversibilidad, un aspecto en el que buscaban que, en caso de un segundo cambio de sexo, se requiriera «aprobación judicial». A pesar de ello, sí consiguió eliminar las referencias a la violencia intragénero.

Por su parte, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (Felgtbi+), Chrysallis y Fundación Triángulo celebraron la aprobación definitiva de la ‘Ley trans’, pero aseveraron que la norma es «sólo el primer paso para acabar con el odio hacia el colectivoLgtbi+ y con los discursos de odio».