Es tradición en éstas regiones que el negocio de Navidad arranca el sábado antes del día uno de diciembre. En los Estados Unidos sin embargo es el así llamado viernes negro, Black Friday, el comienzo de la época de las compras navideñas. Hay que saber que desde siglos, los americanos celebran cada cuarto jueves del mes de noviembre el Día de Acción de Gracias. Aprovechando la ocasión, muchos se toman el viernes siguiente un día de vacaciones para disfrutar de un largo fin de semana empezando a la vez el viernes con las compras de Navidad. Los comerciantes no tardaron en darse cuenta de la importancia de este día animando a los consumidores a gastar más dinero ofreciendo descuentos especiales para la ocasión y consecuentemente para los comercios este viernes se desarrollo a ser el día con el volumen de ventas más fuerte del año.
Según parece, no resulta tan difícil romper con tradiciones pues las costumbres que nos llegan del otro lado del Atlántico se aceptan con bastante facilidad y entusiasmo tanto tratándose de la comida rápida llamada ‘fast food’ como del dichoso ‘Halloween’. El concepto de marketing de los comercios de adelantar el sábado al viernes al principio solo se realizó en el internet. Sin embargo tanto en el internet como en las tiendas tradicionales, con velocidad relámpago aumenta el número de los negocios participantes.
En toda Europa este fenómeno aun es bastante nuevo, pero ya en el año pasado algunas tiendas online registraron dentro de 24 horas más de 1,2 millones de visitantes y en el año presente, ya días antes aumenta el número de clics en páginas como por ejemplo de la comunidad de compras Lyoness, interesándose los afiliados – y futuros miembros – por posibles chollos en los más de 40.000 negocios colaboradores.
Al igual como en los EE.UU. donde se introdujo adicionalmente al Viernes Negro el Cyber Monday (Ciberlunes), inventado principalmente para animar las ventas en las tiendas online, también los empresarios de aquí se apuntan a seguir estos pasos. Y más: ya hay tiendas online alargando el Ciberlunes a ser una Cibersemana con miles de chollos. Lo positivo en este alargamiento de tiempo es que los consumidores no se ven tan forzados de tener que actuar o sea comprar bajo la impresión de falta de tiempo, que los comerciantes causan con avisos de qué las correspondientes ofertas se pudieran agotar en seguida. Estresados de esta forma no les queda tiempo para comprobar si la rebaja realmente resulta tan significante como anunciada, tomando una decisión de compra prematura que posteriormente pueda desembocar en reclamación.