Mié. Abr 24th, 2024

Cuando los inversores se plantean hacer su cartera, una de las cosas que tienen en cuenta es la duración de dichas inversiones. El corto o largo plazo dependerá de los dividendos que saquen o de la decisión de riesgo que quieran asumir.

Por norma general, cuando se ha tomado una decisión, ésta puede haber pasado por los bonos, ya sean estatales o privados. Normalmente, en el corto plazo, se corren bastante menos riesgos que a largo plazo, pero no siempre tiene por qué ser así.

Normalmente optan por los bonos aquellos que quieran asegurar su patrimonio. Hay que tener en cuenta que los bonos sufren cambios de valor en el mercado casi a diario, pero a nivel inversor, una vez llegue el vencimiento, podrá recuperar su capital inicial intacto con los intereses pactados.

Otra forma de hablar serían las acciones, que no tienen vencimiento, que conllevan mucho mayor riesgo porque ya depende de la bolsa y de sus fluctuaciones y volatilidad y que se conocen ejemplos de grandes fortunas, pero también de grandes pérdidas.

Ambas opciones suelen estar dentro de cualquier cartera de gestión de wealth management, pero lo cierto es que la ventaja de optar por este tipo de inversión es el seguimiento que de los valores hacen los expertos, que más allá de velar por tu “creación de riqueza”, también te orientan con planes enfocados para sacar los mejores beneficios a través de sus diferentes productos e incluso te ayudan a nivel fiscal con consejos y reinversiones que te salgan a cuenta antes de que el año se de por terminado.

Hay que tener por eso claro lo que se busca y sobre todo en qué plazos vamos a querer hacer efectiva nuestra inversión. Con esa idea clara todo puede ser mucho más sencillo a la hora de elegir un producto u otro.

Quizás también te interese:  Fnac y Orange firman un acuerdo para comercializar los servicios de telecomunicaciones de Simyo en sus tiendas

Lo cierto es que todo el que apuesta por hacer inversiones sabe que hay productos que pueden ser de más riesgo que otros y en ellos está el decidirse por unos o por otros. La ventaja del wealth management con respecto a la elección de un único producto es que el agente que gestione tu cartera, diversificará las inversiones para contrarrestar los riesgos de unos y otros, de forma que a la larga sólo se busquen los beneficios globales, y quizás no tanto los individuales.

El carácter de cada persona determinará su decisión final, aunque siempre es recomendable que sean asesorados por profesionales y, sobre todo, que sepa dónde invierte su dinero.