Jue. Abr 18th, 2024

MADRID, 08 (SERVIMEDIA)

Permanecer alerta a los síntomas que puedan indicar que las mascotas hayan contraído la vieruela del mono y establecer cuarentena para ellas en el caso de que hayan estado en contacto con personas infectadas son algunas de las recomendaciones que este miércoles difundieron desde Kivet, la red de centros veterinarios del grupo de empresas que incluye marcas como Kiwoko.

Insistieron en la necesidad de seguir las recomendaciones de los especialistas para evitar el contagio de la viruela del mono en las mascotas e incidieron en la importancia de atender a las pautas sanitarias cuando se detecte un contagio de viruela del mono en la familia.

La enfermedad de la viruela del mono ya afecta a más de 150 personas en España y, según el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), existe un riesgo potencial de transmisión del virus de humanos a animales, especialmente a roedores domésticos como los hámsteres.

Según la directora técnica veterinaria de Kivet, Ana Ramírez, la viruela del mono es una enfermedad vírica zoonótica, es decir, puede transmitirse entre animales y seres humanos. En la actualidad, se encuentra de forma endémica en monos, perros de las praderas, ardillas listada y arborícola, rata de Gambia y lirón enano africano.

No obstante, cualquier mamífero es susceptible de contraer la enfermedad, siendo más vulnerables los conejos, perros de las praderas y pequeños roedores que, además, pueden actuar como reservorio del virus.

«Todavía no se ha determinado si la enfermedad se transmite a perros y gatos, que son las mascotas mayoritarias en nuestros hogares, pero, en todo caso, debemos siembre actuar conforme a las pautas sanitarias para evitar la expansión de la enfermedad», puntualiza Ramírez.

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Así, en lo que concierne al mundo animal, desde Kivet indicaronn que las personas enfermas deberán evitar el contacto con animales silvestres o roedores, ya que actúan como reservorio; mientras que para para las mascotas que hayan estado en contacto con un individuo enfermo, desde el ECDC recomiendan cuarentenas de 21 días, idealmente en espacios controlados y sin contacto con el exterior.

Según se ha descrito, el contagio se produce por el contacto estrecho tanto con fluidos corporales del individuo infectado, esto es, sudor, sangre, saliva u orina, entre otros; como a través de las pústulas, heces o animales fallecidos.

Entre los síntomas descritos en los animales se encuentran la fiebre, la anorexia, la letargia y las lesiones cutáneas, que suelen aparecer primero en la cabeza y se extienden posteriormente hacia el resto del cuerpo, con especial incidencia en patas y orejas. Según explica Ramírez, «es esencial que, ante cualquier sospecha de la enfermedad en mascotas, consultemos inmediatamente con nuestro equipo veterinario de confianza».