Europa es el continente que se calienta más rápido, el doble que la media mundial desde 1980
– La ONU ve «esperanza para el futuro» que la energía renovable superara el año pasado por primera vez al gas fósil
– El clima extremo causó 16.365 muertes en el continente durante 2022
MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
Los impactos del cambio climático dejan «cicatrices» en forma de «un alto precio humano, económico y ambiental» en Europa, que es el continente que se calienta más rápidamente en el mundo, concretamente el doble que la media global desde la década de 1980.
Así se recoge en el informe ‘Estado del clima en Europa 2022’, elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) -agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua- y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).
Este informe, que es el segundo de una serie anual, fue difundido este lunes coincidiendo con la 6ª Conferencia Europea de Adaptación al Cambio Climático, que se celebra hasta el próximo miércoles en Dublín (Irlanda).
Según el informe, el año 2022 estuvo marcado por el calor extremo, la sequía y los incendios forestales en Europa, y las temperaturas de la superficie del mar alcanzaron nuevos máximos, acompañados de olas de calor marinas, al tiempo que hubo deshielo «sin precedentes» en los glaciares.
El documento indica que Europa se calentado el doble que el promedio mundial desde la década de 1980, con impactos de gran alcance en el tejido socioeconómico y los ecosistemas de la región. En 2022, Europa estaba 2,3 grados por encima del promedio preindustrial (1850-1900), utilizado como base por el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Sin embargo, el informe indica «una señal de esperanza para el futuro» porque la energía renovable generó por primera vez el año pasado más electricidad que el gas fósil. Así, la energía eólica y solar generaron un 22,3% de la electricidad de la UE en 2022, superando así al gas fósil (20%).
«Por primera vez, se generó más electricidad por energía eólica y solar que por gas fósil en la UE. El aumento del uso de energías renovables y fuentes de energía bajas en carbono es crucial para reducir la dependencia de los combustibles fósiles», indicó Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
MUERTES
Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, recalcó que «el estrés por calor récord que experimentaron los europeos en 2022 fue uno de los principales impulsores del exceso de muertes relacionadas con el clima en Europa». «Desafortunadamente, esto no puede considerarse una ocurrencia única o una rareza del clima. Nuestra comprensión actual del sistema climático y su evolución nos informa que este tipo de eventos son parte de un patrón que hará que los extremos de estrés por calor sean más frecuentes e intensos en toda la región «, añadió.
Según la información de la base de datos mundial de episodios de emergencia (EM-DAT), los peligros meteorológicos, hidrológicos y relacionados con el clima dieron lugar el año pasado a 16.365 muertes notificadas y afectaron directamente a 156.000 personas en Europa.
Alrededor del 67% de los eventos estuvieron relacionados con inundaciones y tormentas, lo que representó la mayor parte de los daños económicos totales de alrededor de 2.130 millones de dólares (unos 1.950 millones de euros).
Mucho más graves en términos de mortalidad fueron las olas de calor, que causaron más de 16.000 muertes en exceso.
«En 2022, muchos países de Europa occidental y sudoccidental tuvieron su año más cálido registrado. El verano fue el más caluroso jamás registrado: las altas temperaturas exacerbaron las condiciones de sequía severas y generalizadas, alimentaron violentos incendios forestales que resultaron en la segunda área quemada más grande registrada y provocaron miles de muertes excesivas asociadas al calor «, resumió Taalas.
TEMPERATURAS, HIELO Y GLACIARES
En cuanto a las temperaturas, Europa registró en 2022 su verano más caluroso y varios países tuvieron el año más cálido de sus series nacionales, concretamente Alemania, Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Reino Unido y Suiza.
La temperatura media anual de 2022 en Europa estuvo entre la segunda y la cuarta más alta registrada, con una anomalía de aproximadamente 0,79 grados por encima del promedio de 1991 a 2020.
En cambio, la precipitación estuvo por debajo del promedio en gran parte del continente. Fue el cuarto año seco consecutivo en la Península Ibérica y el tercer año seguido más seco en las regiones montañosas de los Alpes y los Pirineos.
Los glaciares en Europa perdieron un volumen de unos 880 kilómetros cuadrados de hielo entre 1997 y 2022. Los Alpes fueron los más afectados, con una reducción promedio en el espesor del hielo de 34 metros. En 2022, los glaciares alpinos experimentaron una nueva pérdida de masa récord en un solo año, causada por cantidades muy bajas de nieve en invierno, un verano muy cálido y la deposición de polvo sahariano.
La capa de hielo de Groenlandia perdió 5.362 gigatoneladas de hielo entre 1972 y 2021, lo que contribuyó con 14,9 milímetros al aumento medio mundial del nivel del mar. En 2022 siguió perdiendo masa, según evaluaciones científicas.
Las temperaturas medias de la superficie del mar en toda la zona del Atlántico Norte fueron las más cálidas registradas y grandes porciones de los mares de la región se vieron afectadas por olas de calor marinas fuertes o incluso severas y extremas.
Las tasas de calentamiento de la superficie marina, particularmente en el Mediterráneo oriental, el Báltico, el Mar Negro y el sur del Ártico fueron más de tres veces el promedio mundial. Las olas de calor marinas provocan la migración de especies y extinciones masivas, la llegada de especies invasoras y la alteración de los ecosistemas y la biodiversidad.
ENERGÍA
Por otro lado, la energía eólica y solar generaron el año pasado un 22,3% de la electricidad de la UE, con lo que superaron por primera vez al gas fósil (20%) y la energía del carbón (16%), en parte debido a un gran aumento en la capacidad de energía solar.
Además, la radiación solar superficial anual en 2022 fue la más alta desde el inicio de los registros en 1983, un 4,9% por encima del promedio entre 1991 y 2020.
En general, hay más radiación solar superficial disponible en el sur de Europa debido al ángulo solar y la reducción de la cobertura de nubes. El potencial de energía eólica es mayor sobre el océano, especialmente frente a la costa de Irlanda y Portugal, y el mar Egeo. La energía hidroeléctrica está directamente relacionada con la topografía de Europa.
La energía solar y eólica tienden a complementarse durante todo el año, puesto que la radiación solar es mayor en la mitad estival del año, mientras que la intensidad del viento suele ser mayor en invierno.
Entre 1991 y 2020, la radiación solar superficial ha aumentado, mientras que la velocidad del viento y la precipitación no muestran una tendencia significativa.