La Airef mantiene en el 1,6% el crecimiento para 2023 y dispara el déficit hasta el 4,2%
– Eleva el déficit en casi un punto porcentual del PIB por las medidas anticrisis
– Augura que la inflación se situará en el 4% con la subyacente en el 5,4% y cree que los salarios podrían experimentar revisiones superiores al IPC
MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha mantenido en el 1,6% su previsión de crecimiento del PIB para 2023, pero ha elevado en casi un punto porcentual su estimación de déficit para este mismo ejercicio por las medidas aprobadas para paliar la crisis energética, desde el 3,3% que calculó en otoño hasta el 4,2% actual.
Así se recoge en su informe sobre los presupuestos iniciales de las administraciones públicas, en el que también augura que la inflación se situará en el 4%, con la subyacente en el 5,4%.
La principal novedad del estudio reside en la revisión del déficit. La institución presidida por Cristina Herrero prevé que el Gobierno no cumplirá con su objetivo de rebajarlo este año hasta el 3,9%, tras cerrar en el 4,8% en 2022. El Ejecutivo pretende reducir el déficit por debajo del 4% en el cierre de este ejercicio para seguir así su senda descendente y situarse en el medio plazo en el 3% que marcan las reglas fiscales, que se reactivarán previsiblemente en 2025.
Esta revisión de nueve décimas del PIB con respecto al informe de octubre se explica en que la anterior proyección macroeconómica no contemplaba la prórroga de las medidas aprobadas para paliar los efectos de la crisis energética, ni tampoco el paquete anticrisis que se aprobó en diciembre y que, entre otras cosas, recoge la rebaja del IVA de algunos de los productos básicos de la cesta de la compra.
El impacto estimado de todas estas medidas asciende hasta los 14.014 millones de euros en 2023, un coste que la institución estima en un incremento del déficit equivalente al 1% del PIB, al que habría que sumarle una décima por la revisión de la valoración de las medidas de ingresos incluidas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023. En la otra cara la de la moneda, la mejora de la recaudación y el crecimiento económico moderarán el déficit en dos décimas, lo que sitúa la previsión final en el 4,2%.
El empeoramiento del déficit se reparte entre las distintas administraciones, a excepción de los Fondos de la Seguridad Social, que mejoran su previsión. Según la Airef, la Administración Central cerrará con una necesidad de financiación del 3,5%, cinco puntos más que en la estimación anterior por el coste de las medidas nuevas y prorrogadas.
Además, eleva en dos décimas el déficit de las comunidades autónomas, hasta el 0,3% del PIB, y reduce tres décimas el superávit de las corporaciones locales, que acabarán el año con un superávit del 0,2% del PIB. Por el contrario, rebaja la estimación de déficit de los Fondos de la Seguridad Social hasta el 0,6% del PIB, una décima menos.
Con todos estos datos, el departamento liderado por Cristina Herrero sostiene que la deuda cerrará en el 110,6% del PIB, lo que supone una disminución de la ratio de 2,6 puntos porcentuales con respecto a 2022. Así las cosas, la Airef considera que el Gobierno aquí sí cumplirá con su objetivo, que es situarla en el 112,4% del PIB.
CRECIMIENTO E INFLACIÓN
No sucede lo mismo con el crecimiento económico, donde la Airef es también más pesimista que el Gobierno, que prevé que la economía española se expandirá un 2,1%. También se sitúa por debajo de la augurada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –1,7%–, aunque mejora la proyectada por otros grandes organismos nacionales e internacionales como la Comisión Europea –1,4%– o el Fondo Monetario Internacional (FMI) –1,1%–, e iguala la del Banco de España –1,6%–.
La Airef justifica su decisión de mantener intacta su previsión en que, pese a que las expectativas de crecimiento global «se están revisando al alza y se están moderando los precios de las materias primas energéticas en los mercados internacionales», se producirán más subidas de tipos de interés y habrá una mayor traslación de la política monetaria a la economía real a medida que avance el año.
En el ámbito de los precios, la Airef estima una variación del índice de precios de consumo (IPC) del 4%, con la subyacente en el entorno del 5,4%. Los productos energéticos presentarán tasas de variación negativas, pero persistirán «elevadas» tasas de inflación en los alimentos, los bienes industriales y los servicios que presionarán los precios al alza.
En este contexto, la institución prevé que los salarios registrarán tasas moderadas de crecimiento a lo largo del año, y cerrarán con revisiones que superarán la inflación media y permitirán recuperar «de manera parcial» la capacidad de compra perdida en 2022. Sin embargo, desde la Airef subrayaron en varias ocasiones que esto es solo «una hipótesis» basada en precedentes históricos.