Las personas han estado regocijando el chocolate como alimento, bebida y medicina durante miles de años. Los viejos mayas y aztecas citaron chocolate kakaw y lo usaron como medicina. Igualmente hicieron ofrecimientos de chocolate a sus dioses. El chocolate proviene del árbol de cacao y su nombre científico irradia su historia. Theobroma cacao se cambia como «cacao, alimento de los dioses». En estos días, el bombón no es solo para las deidades. La golosina se ha hecho multitudinaria en todo el mundo.

La gente logra comer chocolate por su sabor. Y muchos adultos demuestran ese tratamiento porque han oído que posee beneficios para la salud. Pero la popularidad del chocolate también tiene desventajas. Los científicos están luchando para ayudar a los agricultores a producir suficiente cacao para satisfacer la creciente demanda de chocolate. Un gran combate: las enfermedades de las plantas amenazan los beneficios de los cultivos. Así que los científicos están ocupando duro para entender el árbol de cacao con la ilusión de protegerlo.

Delicia antigua
El cacao es un árbol tropical. Y es inusualmente: sus frutos, citados vainas, progresan directamente en el tronco del árbol. Adentro de la carne cítrica de la vaina hay semillas magnas y marrones. Son lo que domina el material de partida para una de las exquisiteces más sabrosas del mundo.

Esas pepitas, como el árbol, se citan cacao. Posteriormente de ser cosechados, se acumulan en pilas o se derraman en cajas para fermentar. Durante este transcurso, los microbios trastornan la carne. Al digerir sus azúcares y otros productos químicos, formulan calor. Ese calor desarregla las células dentro del frijol. Esto permite que se originen reacciones químicas que producen los sabores que reconocemos en el chocolate. Posteriormente de cuatro a siete días, las semillas se colocan al sol para que se sequen. Actualmente están listos para ser tostados y exhaustos para hacer cacao.