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MADRID, 29 (SERVIMEDIA)

El actual año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre de 2021 y finalizará este viernes, acabará siendo probablemente el tercero más seco en España desde que la serie histórica comenzara en 1961.

Existen varias maneras de definir la sequía. Una de ellas es la meteorológica cuando se produce una falta continuada de precipitaciones y es la que da origen a otros tipos de sequía (hidrológica, agrícola y socioeconómica).

El año hidrológico tiene en cuenta las lluvias caídas entre el 1 de octubre de un año y el 30 de septiembre del siguiente, y no coincide con un año natural porque parte de las precipitaciones del otoño y del invierno pueden acumularse en forma de nieve y no fundirse hasta la siguiente primavera.

Esa caracterización de las precipitaciones se adapta mejor al ciclo del agua que el año natural porque la mayor parte de la lluvia y nieve que cae durante el año hidrológico tiene su escorrentía -es decir, transcurre por los ríos- entre el 1 de octubre de un año y el 30 de septiembre del siguiente.

Pues bien, los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) indican que entre el 1 de octubre de 2021 y el pasado martes se acumularon 473 litros por metro cuadrado, lo que supone un 26% menos respecto a la media del periodo de referencia entre 1981 y 2010, que es de 635 litros por metro cuadrado.

A falta de sumar las lluvias de los tres últimos días, es muy probable que el año hidrológico 2021-2022 finalice en el tercer puesto de los menos lluviosos desde al menos 1961.

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La serie histórica de la Aemet, recogida por Servimedia, indica que el año hidrológico completo más seco hasta el momento es el de 2004-2005, con 415,1 litros por metro cuadrado, seguido del de 2011-2012 (473,6) y el de 1994-95 (496,5). Así pues, el de 2021-2022 presumiblemente se colará en la tercera plaza.

Las cantidades acumuladas de precipitación desde el pasado 1 de octubre se encuentran por debajo de sus valores normales en gran parte de la península, especialmente en la mitad oeste y en el cuadrante nororiental, así como en Baleares.

Por el contrario, ha llovido y nevado más de lo normal en una franja levantina que va desde el sur de Almería hasta el valle del Ebro, en puntos de la cornisa cantábrica, en las Pitiusas, en el noreste de la isla de Mallorca y en amplias zonas de Canarias, salvo el oeste de Gran Canaria y de La Palma, en la mitad norte de Fuerteventura y Lanzarote, y en La Gomera.

SEQUÍA HIDROLÓGICA

Esta situación de sequía meteorológica tiene vinculación con la hidrológica, puesto que España tiene los embalses más secos en España desde 1995, algo que viene repitiéndose semana tras semana desde que finalizó la pasada Semana Santa debido a la escasez de precipitaciones caídas en los últimos meses.

Los embalses españoles almacenaron este martes 18.270 hectómetros cúbicos (hm3) de agua y se situaron en un 32,5% de su capacidad total después de que la reserva haya disminuido en 540 hm3 de agua durante los últimos siete días, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

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Los datos del departamento dirigido por Teresa Ribera, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que la reserva hídrica actual es la más baja en la semana número 39 del año desde 1995, cuando era entonces de un 26,4%. La cantidad más alta desde 1990 se produjo en 2013, con el 67,7%.

Los niveles más altos de agua en la actualidad corresponden a las cuencas internas del País Vasco (71,4%); el Cantábrico Oriental (67,1%); Tinto, Odiel y Piedras (65,5%); el Cantábrico Occidental (56,2%); Galicia Costa (53,1%), y el Júcar (52,5%).

Por debajo del 50% están el Miño-Sil (45,1%), la cuenca mediterránea andaluza (39,0%), el Ebro (37,2%), las cuencas internas de Cataluña (36,9%), el Tajo (35,9%), el Segura (33,9%), el Duero (30,0%), el Guadiana (23,7%) el Guadalete-Barbate (23,3%) y el Guadalquivir (20,3%).

«GRAVE PROBLEMA CON EL AGUA»

Ante estos datos, el responsable de la campaña de agua de Greenpeace, Julio Barea, apuntó este jueves que «es hora de entender que España tiene un grave problema con el agua debido a su mala gestión». «Las personas, los ecosistemas y la economía están expuestos a múltiples riesgos por ello. De seguir con las mismas políticas de despilfarro, agresión y contaminación del agua, el país puede encontrarse en los próximos años con serios apuros para abordar el abastecimiento y el reparto de este recurso imprescindible», añadió.

Según Greenpeace, el 75% del territorio español está en grave riesgo de desertificación. Desde mediados del siglo XX, el clima árido, en detrimento del templado, ha avanzado en todo el país a un ritmo de unos 1.500 kilómetros cuadrados al año (el equivalente a la isla de Gran Canaria o a más de 204.000 campos de fútbol), según la Aemet.

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El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha apuntado que la región mediterránea tendrá menos agua disponible en las próximas décadas por el descenso de las precipitaciones y el aumento de la temperatura, que producirá una mayor evapotranspiración.

Como muestra, el periodo entre mayo y agosto ha sido el más cálido y seco de toda la serie histórica, y septiembre continuó batiendo récords de calor. Según el Instituto de Salud Carlos III, un total de 3.833 personas han perdido la vida este año en España por causas atribuibles a las altas temperaturas registradas en los meses de julio y agosto.